Todo el tiempo te ahogas, quieres patalear y llenar de oxigeno tus pulmones; ir hacia arriba a donde puedas respirar, pero no flotas. Te hundes sintiendo que tienes plomo en el cuerpo y no hay soga, nadie te escucha chapotear asi que simplemente, te hundes. Las braceadas son inútiles, las piernas ya no te responden y parece que en lugar de subir vas para abajo; así que renuncias al aire, al sol, a las nubes tan blancas y esponjosas para finalmente también renunciar al amor, al amor que te hunde pero lo sueltas con lentitud para no golpearte demasiado y con el poco aire que tienes lo ves caer en un hueco interminable. Ahora sí te sientes mas ligera asi que de un último impulso sales a flote, llegas a la orilla, te tiras en la arena y no piensas mas que en ese pedazo de ti que has dejado caer en el mar; un pedazo de plomo que ya no esta contigo porque pesaba demasiado, eso es el amor para mi. Hoy el amor es lo que te deja flotar lo que no te deja subir a la superficie lo que te deja con la sensación de estar ahogándote, hasta que palpo arena y soy consiente de que ya estoy en tierra. Mi corazón deja de latir con fuerza hasta convertirse en un silencio murmullo en mi pecho, y entonces no pudiendo evitarlo y sin siquiera esforzarme por contenerlo dejo que mis lágrimas caigan porque aún me resisto a creer que el amor pesa tanto cuando siempre creí que te hacia volar, cuando siempre creí que el amor esa peso pluma.
Juguemos a que vienes, Juguemos a que me voy Juguemos como hemos hecho desde el día que nos conocimos. Juguemos a que me escuchas y yo te devuelvo el favor. Sonriéndote desde siempre y tu olvidándote de mi. Juguemos a que de verdad te importa, Juguemos ese juego doloroso que llevamos jugando tanto tiempo. Ese en el que tu apareces y yo vivo, ese en el que tu me dejas y yo lloro. Me he escondido un buen tiempo y no has venido a por mi. Te dejé las pistas en ese corto camino que caminamos un par de veces, te deje el lugar en esa escasa mirada que me regalaste algún día, te dejé un letrero enorme hecho de esas horribles migajas con las que fui feliz. Tu decidiste no buscarme, tu decidiste mirar para atrás tu decidiste cansarme e irte a lo mas fácil. Juguemos a que quizás te diste cuenta, juguemos a que no te atreviste por miedo, por timidez.. Juguemos este juego en el que tu y yo sabemos que ya perdí.
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