Digamos que sonríe, te mira y para bien tuyo esquivas la mirada; parece que hasta el techo es mucho mas interesante, y lo es. Parece que no tienes como escapar de ti misma, te tortura la idea de que no te mire y por otro lado ¿Porqué te mira? El auto-desprecio comienza su tarea y caes en la cuenta que hace dias que no te presta atención. Obvio. Te has vuelto rutina también, pero quién sabe; mañana es otro día y quizá, tan solo quizá mañana vuelvas a encontrar que te sonríe y busca encontrarte como antes