Yo recuerdo que quise pintar un mural en mi ventana, colgar macetas y sembrar bugambilias, que estas colgaran en el aire mientras yo las regaba desde arriba. Imaginaba que el sol debía estar bien alto en el cielo y que las nubes se pintaban de naranja y rosa. Mientras yo regaba las flores desde mi vitral. Nunca lo pinté, y jamás colgué macetas en mi ventana. Pero la sensación, la sensación de haberlo logrado; esa si la tuve en la garganta.