Un momento, un segundo; todo puede ser distinto. El problema esta cuando quieres cambiar ese momento, cuando se te ocurre torcer ese segundo. A veces llegas tarde, otras es demasiado pronto y existe la ínfima posibilidad de que te equivoques de tiempo; pero probablemente haya una. Que llegue en el momento indicado y sonría, sea feliz por todos esos y esas que soñaron con una oportunidad. Seamos honestos; uno puede intentar cambiar lo que sucederá, pero lo que ya esta pasando... es bastante improbable.
Así que porque no dejamos que el destino corra en paz, quizá y si somos buenos llegue el momento en que la jugada sea nuestra, quizá, y si somos buenos.
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